La
agencia encargada de controlar los mosquitos en los Cayos de la bahía
de Florida podría convertirse en la primera de Estados Unidos en
utilizar aviones no tripulados (drones, por su nombre en inglés) para
detectar y erradicar posibles plagas de este insecto.
"Si
tratas de cruzar las pequeñas islas es como la jungla", comentó el
director del distrito de control de mosquitos de los Cayos de Florida,
Michael Doyle, que añadió que los drones no sustituirían las actuales
acciones sobre el terreno, pero ayudarían a hacer más efectiva su
erradicación a través del lanzamiento de "bombas inteligentes".
El consejero delegado de Condor Aerial, Fred Culbertson, dijo que el
drone de dos metros y medio de largo puede volar 90 minutos a 60
metros y estaría equipado con cámaras térmicas para visualizar con
precisión donde ponen sus huevos en zonas húmedas como piscinas y
manglares pero "no se van a utilizar para vigilancia", aseguró.
Cuando un avión no tripulado señala un posible caldo de cultivo, un
efectivo visitará el lugar para comprobar los huevos antes de llamar a
uno de los cuatro helicópteros del distrito preparados para rociar
una bacteria que los mata.
Culbertson también comentó que será
necesario que los miembros del servicio reciban cursos certificados
de formación de pilotos y que las autoridades locales pidan permiso a
la Autoridad Federal de Aviación para volar estos aviones no
tripulados.
Está previsto que el próximo 26 de agosto, el jefe
de la compañía de drones Condor Aerial, haga una demostración de
prueba con el drone Maverich a las autoridades. Cada uno de estos
aviones no tripulados tiene un valor de 65.000 dólares, según el
modelo.
A pesar de su precio, Doyle añadió que podría ser una
buena inversión en uno de los destinos turísticos más populares de
Estados Unidos, ya que "nuestro presupuesto cada vez es menor, así que
estamos tratando de encontrar maneras de cubrir el mismo área con
menos gente".
Las autoridades de los Cayos luchan regularmente
con el mosquito común Salt Marsh que se reproduce por millones y
puede volar hasta seis kilómetros (la cadena de islas se extiende casi
200 kilómetros). Sin embargo, su principal preocupación es el
mosquito Aedes aegypti que es portador del dengue, que en 2010 afectó a
63 personas, según datos del Centro para el Control de las
Enfermedades de Florida.
Además de
considerar el uso de drones, las autoridades están esperando la
aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos
estadounidense para liberar machos estériles genéticamente modificados
en el medio natural, con el fin de que se apareen con las hembras
silvestres sin reproducirse.
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