El director del FBI, Robert Mueller, admitió que esa agencia usa aviones
no tripulados (drones) para tareas de espionaje en territorio
estadounidense, pero matizó que su utilización se da “muy raras veces”.
“Su uso es muy escaso y generalmente se utilizan en un incidente en
particular cuando se necesita esa capacidad”, explicó el director de la
Oficina Federal de Investigaciones (FBI) durante una audiencia ante el
Comité Judicial del Senado.
Mueller dijo no saber qué ocurre con las imágenes captadas por los
drones, e insistió en que el uso de esos aparatos “está centrado casi
exclusivamente en casos y necesidades particulares”.
Las agencias federales estadounidenses llevan años usando drones para la vigilancia fronteriza.
En el FBI “tenemos muy pocos, tienen un uso limitado y estamos
explorando no solo su uso, también las orientaciones necesarias para
ello”, aclaró Mueller.
En marzo pasado varios senadores alertaron de que el uso civil de
drones para tareas de vigilancia y recopilación de información puede
amenazar la privacidad de los ciudadanos, mientras los expertos
recomiendan nuevas leyes para regular su utilización sin violar derechos
constitucionales.
Mueller defendió, por otra parte, durante la audiencia la
constitucionalidad de los programas secretos de vigilancia del Gobierno
de EEUU para recopilar registros telefónicos y datos de internet de
millones de usuarios.
También afirmó que el hecho de que Edward Snowden, un extécnico de la
CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), filtrara la existencia de
esos programas ha hecho “un daño significativo” al país y a la
seguridad nacional.
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