La
Guardia Nacional de California ha desplegado un avión no
tripulado (UAV) Predator en apoyo de los bomberos que estuvieron luchando
contra el fuego que avanzó en el parque nacional Yosemite. El secretario de
Defensa Chuck Hagel aprobó el empleo de un UAV MQ-1 Predator para apoyar la
lucha contra el fuego, el Rim Fire, que destruyó más de 650 km2 de bosque.
El Ala de Reconocimiento 163 de la Guardia Nacional
Aérea de California desplegó el UAV el 28 de agosto, con la misión de apoyo
directo del mando de la lucha contra incendios, y bajo el mando y control del
Ayudante General de la
Guardia Nacional de California, general de división del
Ejército David s. Baldwin.
El Predator, que tiene la capacidad de permanecer en el aire hasta 22 horas
sin aterrizar, proporcionó información sobre las zonas más inaccesibles del
fuego. Según el oficial de relaciones públicas de la Guardia Nacional
de California, teniente coronel de la Fuerza Aérea Thomas Keagan, “El impacto del
[empleo del UAV] fue significativo. Identificó donde se localizaban los frentes
activos y como avanzaban, así como donde habian sido controlados.” Asimismo,
identificó las rutas seguras para la retirada de los bomberos que estuvieron
sobre el terreno y verificaró la existencia de nuevos focos creados por rayos o
por la dispersión de las llamas, lo que permitió al encargado de la lucha
contra el fuego conocer directamente la situación sobre el terreno y tomar las mejores
decisiones. Las imágenes del Predator fueron utilizadas exclusivamente en apoyo
de las operaciones contra incendios.
Los pilotos del UAV estuvieron en contacto permanente con los controladores
de tráfico aéreo civiles desde su despegue hasta su aterrizaje y durante el
vuelo sobre zonas no pobladas. La ruta del avión estuvo limitada a 60 km del área del Rim Fire
y, cuando voló fuera del espacio aéreo restringido por el fuego, fué escoltado
por un avión tripulado.
No fué la primera vez que en California se utilizan aviones no tripulados en
apoyo de la lucha contra incendios. En 2007, la NASA utilizó un drone petición de la Oficina de Respuesta a
Emergencias de California y del Centro Nacional Interagencias contra el Fuego
(NIFC). En esa misión, los vuelos se realizaron durante las horas diurnas, y
por la noche se completaron con imágenes procedentes de vuelos de una Cessna
Citation del NIFC y de un UAV Global Hawk de la Fuerza Aérea,
equipados con cámaras infrarrojas. Los vuelos eran controlados, vía satélite,
por pilotos desde la estación de control terrestre situado en el centro Dryden
de la NASA.
También la NASA
realizó vuelos con drones con posterioridad, en 2008 para monitorear incendios
en el sur de California, y en 2009 para evaluar los daños causados por los
incendios en el Angeles National Forest.
La misión actual fue la de mayor duración de las realizadas por un UAV en
California en apoyo de los bomberos.
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